La represión acaba de salir a la luz gracias a documentos secretos del propio Gobierno que revelan cómo se planificó y construyó el sistema de campos dedicado a los ‘lavados de cerebro’.

Los documentos dejan claro que los centros de concentracion, deben ser manejados como prisiones de alta seguridad , con una disciplina estricta, con castigos y sin fugas.

Se incluye órdenes de:

• «No permitir fugas nunca».
• «Aumentar la disciplina y el castigo por transgresiones de comportamiento».
• «Promover el arrepentimiento y la confesión».
• «Hacer que estudios correctivos de mandarín sean la prioridad».
• «Animar a los estudiantes a transformarse de verdad».
• «Asegurar la total vigilancia por video de los dormitorios y aulas sin que haya puntos ciegos».

Se calcula que han internado a más de un millón de personas, en lo que hoy se califica como «la mayor reclusión de minorías religiosas desde la Segunda Guerra Mundial».

Xi Jinping , el presidente chino, habría ordenado no mostrar piedad.

Pueblos de origen turco como los kazajos, el 7 % de los habitantes (en torno a 1,5 millones de personas) de esta región fronteriza con Rusia y Kazajistán.

Aunque el mayor numero de victimas  son sobre todo uigures, grupo que representa el 45%  de la población de Xinjiang, pero también otros 

Y no se sabe con exactitud  cuántos de ellos están recluidos en ‘campos de reeducación’, como los llama Pekín , actualmente.