7 Extraños Sonidos Detectados en el Espacio

1. Las ráfagas rápidas de radio (FRB)

Desde 2007, los astrónomos han captado señales extremadamente potentes llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés). Estas explosiones de ondas de radio duran solo unos milisegundos, pero emiten más energía que el sol en todo un año. La fuente de estas señales sigue siendo un misterio, aunque se especula que podrían provenir de estrellas de neutrones, agujeros negros o incluso civilizaciones alienígenas.

Lo intrigante de las FRB es que algunas de ellas se repiten, lo que sugiere que podrían tener un patrón o una causa recurrente, lo que ha llevado a un renovado interés en estas señales.

2. El zumbido de la Tierra

El «zumbido» es un sonido de baja frecuencia que fue detectado por las sondas Voyager 1 y 2 mientras viajaban por el sistema solar exterior. Este zumbido no es audible para el oído humano, pero ha sido registrado como una vibración constante en el espacio interplanetario. Los científicos creen que podría estar relacionado con el viento solar interactuando con los límites de nuestro sistema solar.

Este fenómeno aún no está completamente comprendido, pero proporciona una visión única del entorno interestelar y de cómo la Tierra se relaciona con el espacio circundante.

3. El canto del cometa 67P

En 2014, la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea capturó un sonido inusual proveniente del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Este «canto» se asemeja a un zumbido oscilante que los científicos creen que podría ser causado por partículas cargadas que interactúan con el campo magnético del cometa.

Este extraño canto ha desconcertado a los astrónomos, quienes siguen investigando cómo se producen estos sonidos en la atmósfera del cometa, lo que nos ayuda a entender mejor cómo interactúan los cuerpos celestes con el viento solar.

4. Los pulsos de los púlsares

Los púlsares son estrellas de neutrones que giran a una velocidad extremadamente rápida, emitiendo pulsos de radiación a intervalos regulares. El sonido que emiten, cuando se traduce a frecuencias audibles, parece un latido rítmico que ha fascinado a los astrónomos desde su descubrimiento en 1967.

Estos «faros cósmicos» no solo son enigmáticos, sino que también ayudan a los científicos a medir distancias en el espacio profundo y estudiar la física extrema que ocurre dentro de las estrellas de neutrones.

5. El eco de las ondas gravitacionales

En 2015, los científicos detectaron por primera vez ondas gravitacionales, perturbaciones en el espacio-tiempo causadas por eventos catastróficos como la colisión de agujeros negros. Aunque estas ondas no son sonidos en sí mismas, pueden ser convertidas a frecuencias audibles, y lo que se escucha es un «chirrido» característico, similar al de una campana resonando en el espacio.

Este descubrimiento no solo confirmó una de las predicciones más importantes de la teoría de la relatividad de Einstein, sino que abrió una nueva ventana para estudiar el cosmos.

6. Las señales «Wow!»

En 1977, el astrónomo Jerry Ehman captó una señal de radio extraordinariamente fuerte y corta mientras trabajaba con el radiotelescopio Big Ear en Ohio. La intensidad de la señal fue tan sorprendente que Ehman escribió «Wow!» junto a ella en la hoja de datos, y desde entonces ha sido conocida como la «señal Wow!».

A pesar de décadas de investigación, la fuente de esta señal sigue siendo un misterio, lo que ha generado teorías sobre su posible origen extraterrestre.

7. Los silbidos de la magnetosfera terrestre

Los astronautas han reportado escuchar extraños silbidos mientras orbitaban la Tierra. Estos sonidos, conocidos como «silbidos de plasma», son causados por la interacción de las partículas cargadas del viento solar con el campo magnético de la Tierra. A pesar de su origen conocido, la experiencia de escucharlos en el espacio es completamente única.

Este fenómeno también ha sido grabado por sondas espaciales, lo que proporciona una idea fascinante de cómo los campos magnéticos interactúan en el espacio.